Un homenaje a las coloridas sandías de Rufino Tamayo sobre una deliciosa y sencilla crema bávara de mamey.
Procedimiento
Crema bávara de mamey
Hervir la leche en una cacerola y bajar el fuego al mínimo. Batir las yemas con el azúcar hasta que se esponjen y blanqueen. Mezclarlas con un poco de la leche caliente y vaciarlas a la cacerola; cocinar a fuego bajo sin dejar de batir, hasta que la mezcla se espese. Retirar del fuego y reservar.
Hidratar la grenetina, dejarla reposar y mezclarla en la preparación de leche con yemas hasta que se funda.
Licuar la preparación de leche y yemas con la pulpa de mamey y vaciarla en un tazón.
Batir la crema hasta que forme picos suaves e incorporarla con movimientos envolventes a la mezcla anterior.
Vaciar un poco de crema bávara en el molde, cubrirlo con rebanadas de mamey y continuar alternando hasta terminar con crema. Refrigerar por 3 horas o hasta que cuaje.
Agua de sandía
Licuar la sandía con el resto de los ingredientes.
Montaje
Desmoldar la crema bávara de mamey y llenar los relieves con el agua de sandía, barnizarla con el brillo y acomodar encima los triángulos de sandía. Servirla con el agua restante en vasos pequeños.
Información adicional
VARIANTE
Si no es temporada de mamey puedes usar pulpa de chabacano, pera, mango o duraznos en almíbar.