Un pan multigrano es aquel que está elaborado con dos o más granos distintos; generalmente se utiliza trigo como base y a éste se le agregan otros granos. Los cereales más utilizados en panificación son cebada, mijo, avena, centeno, maíz y arroz. El aporte nutrimental y el perfil organoléptico de un pan multigrano varían dependiendo de la combinación, de la cantidad, del tipo de granos que contenga y de si éstos son enteros o no. Con excepción de algunas versiones comerciales, para elaborar pan multigrano se utilizan comúnmente harinas integrales, así como granos quebrados o enteros; el resultado es un pan rico en fibra dietética, en vitaminas y en minerales. En cuestión de textura y sabor, a diferencia de un pan elaborado con harina(s) refinada(s), el pan multigrano es de miga cerrada y tiene una consistencia densa; su sabor es concentrado, ligeramente terroso y anuezado; en ocasiones, se perciben notas amargas debido a los taninos del trigo. Asimismo, es común que los panes multigrano se complementen con otros ingredientes, ya sea con fines nutricionales, de sabor y/o de textura; algunos de ellos son: linaza, semillas de girasol y de calabaza, amaranto, quinoa, chía, nueces y frutas secas, como pasas, chabacanos, arándanos, entre otros.
El pan multigrano que presento a continuación incluye 4 granos distintos: trigo, bulgur, avena y cebada; además, está adicionado con semillas de linaza y de girasol, mismas que son una excelente fuente de fibra y de ácidos grasos esenciales. Su consistencia es suave y ligera y presenta un delicioso aroma a levadura y a trigo. Es ideal para preparar sándwiches o bocadillos dulces y salados.