En un sartén, caliente el aceite a fuego bajo y sofría la cebolla. Añada los jitomates deshidratados, suba el fuego y cocine por 5 minutos. Retire y deje que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente.
En un tazón, mezcle los huevos con las yemas, la crema para batir, la leche, la mostaza, las especias y salpimiente. Agregue la mezcla fría de cebolla con jitomates e incorpore el queso; mezcle bien y reserve.
Masa quebrada para tarta
Mezcle en un tazón la harina de trigo, la sal y el azúcar. Agregue los cubos de mantequilla e incorpórelos a la harina con dos tenedores o con las yemas de los dedos hasta obtener una consistencia arenosa. Vierta el agua fría e incorpórela amasando con las manos hasta obtener una masa; si la mezcla estuviera demasiado arenosa, añada un poco más de agua fría.
Forme una esfera con la masa y aplástela con las manos para formar un disco (se deberán apreciar algunos trozos de mantequilla). Envuélvalo en plástico autoadhrente y refrigérelo durante 30 minutos como mínimo o hasta por 2 horas, antes de utilizarlo.
Terminado
Divida la masa en dos y extienda con ayuda de un rodillo, hasta obtener un círculo de mayor tamaño que el molde a utilizar. Forre la base del molde de 25 centímetros de diámetro con la masa y recorte los excedentes. Extienda la masa restante de la misma manera y resérvela.
Distribuya el Relleno de tomates en el molde con masa y coloque por encima las rebanadas de jitomates.
Barnice los laterales de la tarta con el huevo batido.
Hornee la tarta a 180 ºC entre 35 y 45 minutos. Retire del horno, deje enfriar y sirva.